¡Feliz Año Nuevo a todos!

No, no estoy felicitando el Año Nuevo de la cristiandad católica o protestante con tres semanas de demora; no, tampoco estoy felicitando el Año Nuevo de la cristiandad ortodoxa, celebrado el pasado 14 de enero; ni tampoco el Año Nuevo chino, que está a la vuelta de la esquina. No, no se trata de nada de eso, sino de felicitar a todos, a Donald Trump el primero, pero también a todo el mundo, incluidos todos los woke y haters habidos y por haber, un Feliz Año Nuevo trumpista. ¡Feliz Año Nuevo 2.0!

Felicitaciones por la estupenda y, por fortuna, pacífica ceremonia de toma de posesión del cargo como cuadragésimo séptimo presidente de los Estados Unidos y por el extraordinario (he pensado en tantos adjetivos, pero al final me quedo con este) discurso inaugural de un hombre resuelto a cambiar, para mejor, a su país y al mundo entero. Sí, y lo digo muy en serio, al mundo entero. Desde luego al mundo representado por aquellas naciones que abracen los cambios que sin duda se van a producir.

Y como muestra un botón. Mientras escribía estas líneas, he escuchado un discurso televisivo de Vladimir Putin en el que no ha tenido sino palabras positivas, por no decir de elogio, ante la investidura de Donald Trump, quien, según él, está dispuesto a retomar la comunicación directa con el Kremlin que la anterior administración había cortado, condición sine qua non para eludir el fantasma de una escalada militar conducente a la Tercera Guerra Mundial. Sí, todo empieza a moverse. Sí, el cambio, insisto que para mejor, está empezando a gestarse.

Al no ser este un artículo al uso, sino una reseña, no es este el lugar ni el momento para analizar al pormenor el discurso inaugural de Donald Trump. Apenas he anotado unas pocas cosas mientras lo visionaba, pero por Dios qué de cosas ha dicho, algunas de las cuales serán aprovechadas convenientemente por nuestros estimados amigos de La Secta, Telecirco, Cuadro y tantos otros medios de descomunicación izquierdistas, wokistas y antihumanistas.

Pero esta pluma, vuestro fiel y seguro servidor, se queda con bombazos en clave de política interna como ‘hoy, 20 de enero de 2025, es el día de la liberación’, ‘hoy se inicia la revolución del sentido común’, ‘no dejaremos de lado nuestro país, nuestra constitución ni nuestro Dios’; así como zambombazos de carácter geopolítico como la propuesta de creación de un ‘Servicio Externo de Tributación’ (External Revenue Service) para la recaudación de los aranceles aduaneros que se impondrán a los productos importados; la intención de que el canal de Panamá vuelva a estar bajo el control estadounidense, retirando la concesión a los operadores chinos que lo gestionan en la actualidad.

También nos quedamos con un detalle de suma importancia que demuestra las inclinaciones, preferencias y gustos de Trump en materia de religión y culto, a saber, la ausencia de un representante de la religión islámica entre los dignatarios de las principales confesiones que pronunciaron discursos tras Trump —hubo un rabino, un pastor protestante y un reverendo católico, pero ningún clérigo musulmán. Ahí queda eso.

Una perla más, si me lo permitís, pues para mí es motivo de la más profunda satisfacción. Por Dios, cómo lo deseaba: ‘Desde hoy, la política oficial del gobierno de los Estados Unidos solo contemplará la existencia de dos géneros.’ ¡Toma ya!

De nuevo, para finalizar esta reseña imprevista, improvisada e irreverente, Blog GRIP os desea un muy Feliz Año Nuevo trumpista, el primero de un mandato que promete ser, cuanto menos, movidito. Y como muestra un segundo botón —Trump ha prometido que antes de irse al lecho firmará cien (sí, 100) executive orders, es decir, decretos presidenciales, nuestros reales decretos tan desprestigiados por el abuso que Sanchito ha hecho de ellos.

En el día de Martin Luther King (qué coincidencias, las de Trump) no me resta sino desearos buenas noches y buena suerte, sobre todo a aquellos que pronto empezarán a caer. A estos últimos, Blog GRIP les dedica el siguiente tema musical de la célebre banda británica de heavy metal Judas Priest, con un título premonitorio:

Judas Priest – Some Heads Are Gonna Roll (Live from the ‘Fuel for Life’ Tour)

Blog GRIP.