El Ejército Árabe Sirio está preparando su ofensiva para la liberación del noroeste de Siria, es decir, de la provincia de Idlib, donde se han refugiado millares de yihadistas apoyados por Turquía en mayor o menor grado.

El alto mando sirio considera que gran parte de esos combatientes islamistas estarían dispuestos a rendirse, mientras que unos 10.000 se dispondrían a oponer resistencia a Damasco.

Según la prensa siria, entre los miles de yihadistas presentes en la provincia de Idlib se encontraría una nutrida colonia de chinos de etnia uigur, provenientes de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, en el noroeste de China.

A pesar de que la información no ha sido confirmada, se afirma que los uigures allí instalados habrían transformado la localidad de Zanbaq –en la frontera con Turquía– en una auténtica fortaleza.

Apenas se tiene conocimiento acerca de lo que sucede en esa ciudad, a la que nadie tiene acceso y donde podrían concentrarse unas 18.000 personas de etnia uigur, entre los combatientes y sus familias.

Los uigures allí atrincherados hablan uigur, una lengua muy próxima al turco, y hasta hace poco gozaban del apoyo de los servicios secretos de Turquía (MIT).

Esos uigures se presentan como seguidores de al-Qaeda y se niegan a regresar a China, donde serían enviados a los tribunales y probablemente ejecutados.

Por su parte, Turquía, desde su viraje político hacia el este, por el que busca aliarse con Rusia y China, se niega ahora a reagrupar a los uigures en su territorio por temor a dañar sus intereses económicos y geopolíticos en el marco de la Nueva Ruta de la Seda lanzada por Pekín.

La presencia de tan importante colonia uigur en Siria está alterando los planes de liberación de la provincia de Idlib.