Su ubicación en Pekín
El complejo gubernamental de Zhongnanhái (中南海), epicentro de la vida política en la República Popular China desde su fundación y residencia oficial de sus líderes supremos, se sitúa al oeste de la Ciudad Prohibida, separado de ella por tan solo una calle y unos cuantos edificios.

Perímetros del complejo de Zhongnanhái y de la Ciudad Prohibida.
Para llegar a Zhongnanhái desde la plaza de Tiananmén, por utilizar un punto de referencia conocido por todos, deberíamos cruzar a la acera norte de la avenida Chang’an y situarnos de cara al retrato de Mao Zedong colgado en la Puerta de la Paz Celestial o Puerta de Tiananmén (天安门).
Al contrario de lo que se suele creer, este célebre edificio no es la entrada a la Ciudad Prohibida sino a la Ciudad Imperial, en cuyo centro se encuentra la Ciudad Prohibida, es decir, el Palacio Imperial donde se ubican el trono del Dragón y los aposentos del emperador.

La Ciudad Prohibida está dentro de la Ciudad Imperial. Es un error muy común creer que aquella empieza en el edificio del que cuelga el retrato de Mao.
Una vez frente al retrato de Mao, en la vereda justo antes de los cinco puentes sobre el río de Aguas Doradas, solo tendríamos que caminar hacía la izquierda en línea recta durante unos 15 minutos hasta llegar a la entrada principal de Zhongnanhái —la Puerta de la Nueva China o Xinhuamén (新华门), ubicada al sur del complejo en la misma acera norte de la avenida Chang’an.

Si siguiéramos a los ciclistas de la foto llegaríamos a Zhongnanhái sin más problemas que los fastidiosos controles de seguridad en el perímetro de la plaza Tiananmén.
El jardín imperial Ming
En sus orígenes, el actual complejo de edificios gubernamentales y residenciales de Zhongnanhái era un jardín imperial llamado Xiyuan (西苑), literalmente Jardines del Oeste, en el que la referencia cardinal indica su posición respecto a la Ciudad Prohibida.
Unos 600 años atrás, Yongle, el tercer emperador de la dinastía Ming (1368-1644), trasladó la capital del imperio de la ciudad de Nankín a Pekín y construyó la actual Ciudad Prohibida. Anexo al lado occidental de la misma construyó también un inmenso jardín imperial con tres grandes lagos de norte a sur, llamados mares —el mar del Norte o Beihai (北海), el mar Central o Zhonghai (中海) y el mar del Sur o Nanhai (南海), conocidos en su conjunto como los tres mares o Sanhai (三海).

El emperador Yongle gobernó el Imperio Ming de 1402 hasta su fallecimiento en 1424.
A pesar de ser lagos artificiales fueron nombrados mares en lugar de lagos, Hú (湖) en chino, porque al encontrarse dentro de un jardín imperial y ser propiedad del emperador era preceptivo encumbrar su estatus, en este caso semántico, respecto al resto de lagos de China y del mundo.
Por aquel entonces no había separación física entre los tres mares, mientras que desde 1925 el mar del Norte está separado del central y el meriodional tras su conversión en parque público (Beihai park) por decisión de las autoridades de la República de China. A partir de ese momento, los otros dos lagos fueron considerados una entidad singular que pasó a llamarse Zhongnanhái.

El Jardín Imperial del Oeste (Xiyuan) con sus tres ‘mares’. En realidad se trata de una sola masa de agua dividida en tres secciones por un puente y un estrecho.
Su evolución durante la dinastía Qing
Durante la dinastía manchú o Qing (1644-1912), la última en gobernar China, en el Xiyuan y sus tres mares se construyeron progresivamente multitud de pabellones y edificios de todo tipo para el ocio y la contemplación, convirtiendo el lugar en un resort veraniego para la Corte, donde el emperador, su familia y los más altos cargos del mandarinato disfrutaban de ceremonias del té, asistían a conciertos, representaciones teatrales y de ópera china, exhibiciones de acrobacia y de artes marciales…
Los emperadores manchúes fueron los primeros en dotar al jardín imperial de cierta connotación política, al celebrar allí algunas sesiones del Gran Consejo de ministros y recibir a dignatarios extranjeros y embajadores de naciones tributarias, sentando las bases para su posterior transformación en polo político de la nación china.
Su utilización con carácter político, en el sentido más extremo del término, tuvo lugar cuando el mar del Sur o Nanhai se convirtió en la prisión del penúltimo emperador de la dinastía Qing, Guangxu, quien durante 10 años (1898-1908) fue confinado en ‘arresto domiciliario’ hasta su muerte en un pabellón en la pequeña isla artificial situada en el lago.

La isla Yingtai en el mar del Sur dentro de Zhongnanhái. En esta jaula dorada fue encerrado el emperador Guangxu hasta el fin de sus días.
La reclusión de Guangxu fue dictada por la cruel emperatriz viuda Cixí, regente y detentora del poder real en los años finales de la dinastía Qing, como condena por haber osado reformar el Imperio chino durante el período conocido como la Reforma de los cien días (1898). Precisamente fue Cixí, tía del emperador, quien atajó de raíz la reforma mediante un golpe de Estado palaciego a los cien días de su puesta en marcha.

El emperador Guangxu y su carcelera consanguínea, la emperatriz viuda Cixí.
El triste fin del emperador auguraba uno aún peor para la dinastía Qing. Transcurridos tres años desde la muerte de Guangxu, el imperio chino de los manchúes, heredero y continuador de un sistema de gobierno imperial con dos mil años de historia, afectado por un cáncer crónico desde la primera Guerra del Opio (1839-42) y en estado terminal desde la Rebelión Bóxer de 1900, asistía impotente al estallido de la Revolución de Xinhai el 10 de octubre de 1911.

La Bandera de las 18 estrellas de hierro en sangre enarbolada por los sublevados durante la Revolución de Xinhai.
China mutaba de imperio a res publica con grandes cortapisas, pero para el centenario jardín imperial Xiyuan, que desde entonces quedaría dividido entre el mar o lago del Norte (Beihai) y los otros dos mares agrupados bajo el nombre de Zhongnanhái, significaba el inicio de una nueva era en la que su utilidad política pasaría de importante pero periférica a central e insoslayable.