El fanatismo yihadista no está, ni mucho menos, reñido con el sentido del humor. Humor negro, sí, pero humor al fin y al cabo. Prueba de ello es el reciente descubrimiento, por parte del Ejército Árabe Sirio en los suburbios de Al Raqa, de pasaportes al paraíso expedidos por el Estado Islámico en un intento de elevar la moral de sus militantes ante el asedio de las tropas de Al Assad y los bombardeos tanto rusos como de la coalición liderada por Estados Unidos. Aunque de esta última los yihadistas del Estado Islámico solo han de temer que no les caigan en la cabeza las armas y suministros que la coalición les lanza por aire.

El pasaporte al paraíso es de color verde, el color del islam, y en su portada contiene la inscripción de la shahada, o profesión de fe islámica, que reza, en árabe y en inglés: “No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta.” Al pie de la portada se puede leer pasaporte al paraíso, también en lengua coránica y shakespiriana.

Ante la múltiple acometida por parte del ejército sirio, que ya asedia la capital del EI en Al Sham, de las fuerzas kurdas y de los mercenarios de Estados Unidos conocidos como Fuerzas Democráticas Sirias (se derrocha humor en todos los bandos) la organización yihadista ha tenido la ocurrencia de expedir dichos documentos, por otra parte completamente inútiles como pasaportes, para animar a sus combatientes a llevar a cabo ataques suicidas y así retardar lo inevitable, es decir, la caída de su autoproclamada capital en Siria.

Diversas copias de estos pasaportes fueron descubiertas por el ejército nacional sirio en vecindarios recientemente liberados de Al Raqa, e inmediatamente se procedió a subir fotos de los documentos a las redes sociales, donde causan furor desde hace varios días.

Al recibir esos documentos de mentira, los militantes del Estado Islámico están convencidos de que tendrán garantizado un billete de ida al paraíso si se convierten en mártires. Los pasaportes no contienen ninguna información personal sobre el titular del documento, y en su lugar presentan los diferentes nombres del cielo y del infierno en árabe.