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Zhongnanhái durante la República de China (1912-49)
En el primer cuarto del siglo XX, convertido ya en una entidad separada del lago Norte (Beihai park) y privado de su condición de terreno de propiedad imperial por decisión del general Yuan Shikai, primer presidente de la República de China, el estatus de Zhongnanhái sería definitivamente elevado a centro insoslayable de la vida política del país.
El espléndido parque de Beihai coronado por la fabulosa estupa tibetana, llamada la Pagoda Blanca.
Para quienes se sorprendan al leer que Yuan Shikai fue el primer presidente de la República y no el célebre Dr. Sun Yat-sen, recordemos que, a pesar de que el Dr. Sun fue proclamado presidente de la neonata República de China el 1 de enero de 1912 en Nankín, su mandato fue solo de carácter provisional puesto que la Constitución también lo era en aquel momento.
El célebre revolucionario y fundador de la República de China, Dr. Sun Yat-sen, y el taimado y oportunista general Yuan Shikai.
En los meses desde el estallido de la Revolución hasta la abdicación de Puyi el 12 de febrero de 1912, Yuan Shikai fue el mediador enviado por la Corte a Nankín para alcanzar un acuerdo honorable que concediera ciertas prerrogativas a la familia imperial a cambio de la abdicación del emperador.
Militar y gran estratega, Yuan Shikai decidió aprovechar su condición de árbitro en el conflicto para usurpar la presidencia provisional de Sun Yat-sen y asegurarse de que el poder no volviera a manos dinásticas.
Puyi, el último emperador manchú, en las tres etapas biológicas y políticas de su vida.
De 1901 a inicios de 1909, el general Yuan Shikai había sido comandante del ejército de Beiyang, el más moderno, mejor formado y pertrechado de la dinastía Qing. A pesar de haber sido destituido aquel último año, Yuan conservó intacta su red de fieles acólitos y se mantuvo a la espera para volver a retomar las riendas de su ejército y arrogarse el poder absoluto en China. La oportunidad llegó en 1911, cuando la dinastía fue derrocada por efecto de la ya citada Revolución de Xinhai.
La nueva China republicana con capital en Nankín experimentó profundos cambios a los pocos meses de su fundación, cuando Sun Yat-sen, sin poder efectivo debido a la debilidad de su gobierno, renunció a la presidencia provisional en favor de Yuan Shikai, a condición de que Nankín restara como la capital del país.
Sun Yat-sen presidiendo la primera reunión de gabinete del gobierno provisional de la República de China.
El 14 de febrero de 1912, Yuan fue escogido segundo presidente provisional por el Senado en Nankín. Asumió el cargo el 10 de marzo pero se mantuvo en Pekín, faltando a la promesa hecha a Sun Yat-sen. De hecho nunca tuvo la menor intención de gobernar desde Nankín y maniobró entre bastidores para garantizar que el poder político volviera a Pekín.
A fines de 1913, tras un fallido alzamiento revolucionario dirigido en su contra por Sun Yat-sen y el Kuomintang, Yuan eliminó a sus adversarios, modificó la constitución provisional, que pasó a ser permanente, y se hizo proclamar primer presidente oficial por el Senado y la Asamblea Nacional que él había forzado a trasladarse de Nankín a Pekín.
Recepción de los embajadores extranjeros en honor del presidente Yuan. La recepción tuvo lugar en la legación española el 10 de octubre de 1913.
Una vez investido presidente con un mandato de 5 años, Yuan gobernaría la República de manera autoritaria y despótica hasta 1916, no sin antes haber tenido la veleidad de autoproclamarse emperador de China de diciembre de 1915 a marzo de 1916, para luego abdicar voluntariamente el trono y volver a autoproclamarse presidente de la República hasta su muerte en junio de ese mismo año.
Volvamos, empero, a Zhongnanhái. Su entrada principal es la Puerta de la Nueva China o Xinhuamén, un edificio clásico muy parecido a la planta superior de la Puerta de la Paz Celestial, aunque de menores dimensiones, situado al sur del complejo, en el extremo meridional del mar del Sur. La entrada fue construida por Yuan Shikai en 1913 sobre la base de un edificio preexistente —la Torre de la Preciada Luna o Baoyuelou (宝月楼), erigida en 1753 por el emperador manchú Qianlong.
La Puerta de la Nueva China (Xinhuamén) durante los primeros años de la República de China.
Tras construir Xinhuamén, Yuan Shikai estableció su palacio presidencial en Zhongnanhái, iniciando así la historia de este antiguo jardín imperial como epicentro de la vida política de la China moderna, décadas antes de que los rebeldes comunistas hicieran lo propio al proclamar su República Popular en 1949.
Bandera de la República de China (1912-28), ‘Cinco razas bajo una unión’, donde los colores representan las 5 etnias principales de China. De arriba abajo: los han, los manchúes, los mongoles, los hui y los tibetanos.
De 1916 a 1928, todos los presidentes del gobierno de Beiyang de la República de China mantuvieron el palacio presidencial en Zhongnanhái. En 1928, Chiang Kai-shek reunificó China tras coronar con éxito su Expedición al Norte, operación en la que el Ejército Nacional Revolucionario formado por asesores soviéticos y alemanes en la Academia Militar de Whampoa, de la que Chiang era director, avanzó desde el sur hasta Pekín para someter a los caudillos militares que, agrupados en distintas facciones, se habían sucedido en el gobierno desde la muerte de Yuan Shikai.
Gigantesco retrato de Chiang Kai-shek colgado en el balcón de la Puerta de Tiananmén de 1928 a 1949. Incluso en esto, Mao Zedong tampoco fue el primero.
Una vez obtenida la rendición y adhesión de los señores de la guerra en 1928, Chiang devolvió el gobierno nacional y la capital del país a Nankín, mientras que Zhongnanhái, al igual que Beihai, sería reconvertido en parque público de 1929 a 1937.
Pekín no solo perdió la capitalidad sino también su nombre chino Beijing (北京), pasando a llamarse Beiping (北平), también escrito Peiping, literalmente ‘Paz del Norte’, de 1928 a 1949. Era la segunda ocasión en la que Pekín recibía ese topónimo, tras un primer período de 1368 a 1421, cuando la dinastía Ming tenía su capital en Nankín.
Bandera oficial de la República de China desde 1928. En la actualidad sigue siendo la bandera de la República de China en Taiwán.
A partir de la invasión japonesa en 1937, Zhongnanhái continuó parcialmente abierto al público, sobre todo la piscina al aire libre construida en 1933. Durante la ocupación nipona, la mayoría de edificaciones de Zhongnanhái fueron ocupadas por militares japoneses, ya fuera por soldados allí acuertelados o por altos oficiales que ocupaban los mejores palacetes durante su período de destino en Pekín.
La piscina pública de Zhongnanhái en 1940, cuando Pekín, por entonces llamada Beiping, estaba bajo ocupación japonesa.
En 1946, un año después de la victoria china y aliada sobre el Imperio del Japón, Zhongnanhái se convirtió en el cuartel general del Comandante en Jefe para la supresión de la rebelión comunista en el Norte de China, comandancia que se mantuvo en el complejo hasta el fin de la guerra civil china en 1949.
Zhongnanhái recuperó parte del protagonismo político de antaño cuando el 21 de enero de 1949, el general Fu Zuoyi, Comandante en Jefe para la supresión de la rebelión comunista en el Norte de China, anunció desde el ex jardín imperial la rendición incondicional de la guarnición nacionalista que debía defender Beiping ante el avance del Ejército Popular de Liberación (EPL) comandado por el general Lin Biao. Al día siguiente, Fu abandonaba Zhongnanhái y la ciudad.
El acuerdo para la entrega pacífica de Beiping fue el fruto de negociaciones mantenidas entre nacionalistas y comunistas en Zhongnanhái desde fines de 1948. Tras la victoria relámpago del EPL en la batalla por la cercana ciudad de Tianjin (tomada en 29 horas) el 14 de enero de 1949, el general Fu Zuoyi se había quedado sin ases en la manga para impedir o retrasar lo inevitable.
Entrada pacífica de los ‘bandidos’ comunistas a la ciudad de Pekín.
La decisión de resistir de forma armada con tan solo 200.000 hombres y sin posibilidad alguna de recibir refuerzos hubiera significado un suicidio colectivo, por lo que Fu Zuoyi resolvió entregar la ciudad para evitar un absurdo e innecesario baño de sangre. La guarnición nacionalista fue integrada en las filas del EPL, que el 31 de enero hacía su entrada pacífica en la ciudad y el 3 de febrero organizaba un desfile para celebrar la liberación oficial de Pekín.
